La fundación difundió esta semana un informe que reveló una caída del 1,3% en el consumo eléctrico del 2009 respecto del año anterior. El Director de la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (Fundelec), conversó con Algo en Común y explicó los motivos del retroceso. Asimismo, remarcó que “la resolución del tema tarifario es un problema de los usuarios, de los proveedores del servicio y del Gobierno”.

Cayó la demanda eléctrica en 2009 ¿Qué significan este dato?

Desde el 2002, manifiesta, por primera vez, una baja interanual del 1,3% a nivel nacional (de 2003 a 2008 siempre se verificaron subas del consumo). Lo que demuestra que, en 2009, hemos consumido menos energía que en 2008. Como primera idea es que somos bastante inflexibles en el consumo eléctrico, porque no acompaña a los procesos económicos, en general. Sin embargo, en este año en particular, hubo dos o tres razones que influyeron para que se diera esta baja. Uno a nivel domiciliario, que se estancaron las compras de aire acondicionado, más aún después de los aumentos de tarifa. La otra razón es que hubo un decrecimiento de la actividad industrial, y, por último, las temperaturas en general, tanto en invierno como en primavera y en verano, fueron más benignas que otros años.

Qué incidencia tuvo en esta baja, el recambio de las lámparas incandescentes por las de bajo consumo…

El 30% del consumo domiciliario está dedicado a la iluminación artificial. El hecho de haberse distribuido 10 millones de lámparas, más lo que como consumidores hemos ido comprando, seguramente tuvo también su incidencia.

¿Y tuvo alguna influencia el hecho que no se haya hecho el cambio de huso horario?

Como Fundación lamentamos que no se haya hecho el cambio. Pese a que, en diciembre, tuvimos dos grados menos que en el mismo mes de 2008, nosotros en los momentos de consumo pico, usamos más potencia que en 2008. No es una cosa menor.

Seguimos insistiendo que en el oeste no se puede vivir de día a las 23; pero en el litoral, las cuestiones del comercio con los restaurantes, bares y vida nocturna, no debieron primar como para privarnos de ahorrar potencia de energía en el pico. Creo que es una medida en la que deberíamos haber perseverado, por lo menos durante cinco años, para ver si efectivamente lo que pensamos, que hay un pequeño ahorro en cuanto al horario de punta, nos sirve para usarlo en situaciones comprometidas. Aún así, este año tuvimos un excedente en el sistema que nos permitió pasarlo sin sobresaltos.

¿Cuáles son las perspectivas para este año?

Nosotros hemos reducido nuestro consumo en un 1,3% y, a la vez, hubo una incorporación del 10% de la potencia instalada a través de las centrales San Martín, Belgrano, el recrecimiento de Yacyretá y otras centrales.

Así como en potencia se han incorporado obras, también se han hecho obras de transporte. Por lo tanto, no debieramos pasar sobresaltos. Pero en distribución seguimos teniendo dos países en la Argentina. En materia tarifaria, desde 2000 a la fecha, los que consumen 650 kWh por bimestre en Buenos Aires y Capital, tienen congeladas las tarifas sin ningún tipo de aumento. Además, se ha premiado a mucha gente por haber ahorrado con el Puree. Hay distribuidoras que han tenido que devolver dinero.

Digo que constituye dos países porque esta zona concentra el 45% del consumo, pero cuando uno se traslada a menos de 50 km del área de prestación Edesur, Edenor y Edelap, se encuentra con tarifas mucho más altas y cuando va a zonas muy pobres como Chaco, Misiones, y demás, los saltos tarifarios superan el ciento por ciento.

Cómo se logra un equilibrio entre el tema tarifas, subsidios, costos reales, el bolsillo de la gente….

Primero, tratando de ir por un camino. Porque no se resuelve de un día para el otro con un aumento del 500%. Nosotros insistimos que debería haber una convergencia tarifaria entre el interior y los centros más urbanizados del país.

Para darle un ejemplo, en Caballito yo pago $30 por 300 kWh; el mismo consumo en Lobos me sale $288. Es decir, estamos nueve veces más cuando hacemos apenas 60 kilómetros.

¿Qué es lo justo, que se subsidie? Nosotros creemos desde la fundación que cada uno tiene que pagar por lo que cuesta su servicio.

Nosotros estamos pagando la tarifa, y el subsidio lo pagamos a través de nuestros impuestos, por lo tanto se ha perdido toda claridad, porque la gente del interior también paga impuestos. Acá se está produciendo entonces una situación de injusticia donde el hombre del interior paga tarifa más impuestos para cubrir los subsidios, y el hombre de Buenos Aires paga la tarifa muy baja y el subsidio para compensarlo. Esto tenemos que ir eliminándolo.

Usted mencionaba la disparidad del valor de la factura en Lobos y en Caballito. ¿Cuál es entontes el valor real de la electricidad?

Uno debe pensar que Córdoba, Santa Fe, Chaco y Misiones, cuatro provincias que son públicas, en las que uno puede acceder a la información de forma transparente, deberían ser una referencia.

El promedio de la tarifa en esas jurisdicciones es del 100% que en el área de Buenos Aires y Capital Federal.

Pero por otro lado, el sector eléctrico, a diferencia de otros sectores, tiene todos los institutos previstos por ley. Está el ente regulador, la Cammesa, los distribuidores provinciales, el estado nacional está como productor de energía nuclear e hidroeléctrica, y los costos que tiene se pueden evaluar. A partir de esto, se pueden establecer cuáles son los beneficios y cuales las inversiones que están faltando.

Ante cuatro días de calor o frío, se afecta el consumo, hay cortes, se recalientan transformadores, etc. El país debería ser uno solo eléctricamente, y uno debería ir tras una política que sustente el desarrollo.

Están todos los elementos para conocer los costos.

La energía tiene costos internacionales en cuanto a petróleo. Acá hay una ilógica apreciación de cómo tenemos petróleo y gas, éstos deben ser regalados. Si el petróleo y gas es regalado, que es lo que pone en marcha el 50% de nuestro sistema de producción energía, lo que estamos haciendo es hipotecar a nuestros hijos porque no hay dinero para que se explore nuevo gas y petróleo para los próximos 5, 10 ó 20 años. Todo lo que hagamos irracionalmente nuestros hijos lo van a pagar.

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