Por Leandro Renou

Diez días antes de que el Gobierno formalizara la decisión de no volver atrás los relojes el 18 de octubre pasado, la compañía mixta que administra el mercado mayorista eléctrico publicó la Programación Estacional correspondiente al período noviembre de 2009-abril de 2010, con un escenario de estadísticas y estimaciones cuestionables, realizadas sobre la base de un país con una hora menos. Según Cammesa, “de acompañar la potencia el crecimiento de la energía previsto, sería de esperar para el verano 2010 un máximo de potencia de 19.200 MW. Este valor contempla el cambio de huso horario”.

El diagnóstico para el período estival, que augura un pico de demanda casi 400 MW por debajo del récord del invierno (19.566, en julio), confía en el retroceso horario que finalmente no se concretó como factor de moderación de los picos, es decir, una demanda nocturna en las horas de mayor consumo más repartida y menos peligrosa para la estabilidad del sistema.

Fuentes del sector eléctrico aseguraron a Algo en Común que “llamó profundamente la atención semejante error, cuando ellos sabían, por lo menos 15 días antes, que el horario no se cambiaría”. El documento en cuestión, que fue publicado en el sitio web de la Cammesa el día 9 de octubre, incluye además una prospección del comportamiento de los consumos por sectores que parece ajeno a la realidad económica nacional. De acuerdo a las cifras allí incluidas, la reactivación de la actividad productiva no se daría a mediados de 2010, como estiman los economistas, sino que ya habría señales en los próximos meses: el estudio calcula para el período noviembre-abril un crecimiento de la demanda general del 4%; y, lo que es aún más curioso, un 3% de suba en la energía consumida por los usuarios de las distribuidoras, y un 9% de suba en gasto eléctrico de los grandes usuarios, donde las industrias están incluidas. El calculo, tanto a nivel general como por sectores, es escasamente confiable si se considera que, en los primeros siete meses de 2009, la demanda cayó un 0,7% en comparación con mismo período de 2008, con una fuerte incidencia de las industrias en la baja.

La región Buenos Aires presentará en el período antes mencionado, siempre según Cammesa, “la mayor tasa de crecimiento (9%), producto de los mayores consumos de algunas empresas ubicadas en la región”. Mientras que la Patagonia mostrará “un decrecimiento de 10,2%, por la menor compra de energía al MEM por parte de Aluar”.

En este sentido, se destaca que habrá una suba del interanual del 42% en la demanda del sector automotriz, y del 36% en el caso de las cementeras. La única industria que registra caída es la de derivados del petróleo (-5%), el resto muestran subas de entre el 5 y 40%.

No es la primera vez que se generan dudas en torno a la publicación de los datos de Cammesa. Ya había sucedido algo similar cuando, en pleno auge de la participación del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en las reuniones de directores, se puso bajo la lupa el presunto, aunque nunca probado, retoque de los datos de algunas centrales eléctricas.

“Confía absolutamente en que no hubo un trastocamiento de datos”, aclaró un empresario de la distribución, “pero sí puede ocasionar algún dolor de cabeza si se dan cuatro ó cinco días de calor intenso y se supera un récord de potencia que no se espera”.

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