El legislador del Frente para la Victoria (FPV), co-autor del polémico proyecto que pretende cobrar un impuesto del 1% sobre la facturación de celulares pospago, que serán destinados al fomento de la actividad deportiva olímpica, explicó la raíz de la iniciativa.

¿Cuáles son las razones por las cuales se aplicaría el nuevo impuesto?

Básicamente, el impuesto es del 1% para los abonos de los teléfonos celulares, con el fin de recaudar dinero para nuestros deportistas olímpicos. Indudablemente, con la tecnología que se está aplicando en el deporte, es imposible hacerlo sin un fondo especifico para nuestros atletas.

A todos nos gusta ver flamear la bandera argentina en las olimpiadas, y no nos gusta cuando no obtenemos las medallas que sí lo logran aquellos países que cuentan con un presupuesto más abultado que la Argentina. Hay que trabajar en este sentido.

No va a ser mucho lo que se cobre, en promedio son 40 centavos por línea, y creo que los argentinos van a estar de acuerdo para hacer este aporte al deporte de alto rendimiento.

¿Cómo se llegó a elegir la opción de gravar la telefonía móvil, y que sólo se aplicará sobre el 10% de la población que representa a clientes con modalidad pospaga?

Lo que pasa que los usuarios que usan las tarjetas son los sectores que menos poder adquisitivo pueden llegar a tener. Por eso se trata de sacar estos 40 centavos a la gente que tiene otras posibilidades de acceso que pueda aportar ese dinero.

En algún momento hay que tomar la iniciativa, porque el deporte es parte de la identidad nacional y hay que acompañarlo.

Con este aporte se van a traer los mejores entrenadores del mundo, a aplicar la nueva tecnología de entrenamiento. Había que comenzar por algún lado.

¿Y por qué se les ocurrió la telefonía celular?

Porque es de fácil acceso y recaudación, de fácil administración, en donde los organismos de control van a tener accesibilidad para trabajar y en términos claros, ya que este fondo será para un fin específico.

La gente tiene que estar tranquila de que el dinero va a ser utilizado para eso. Además, el organismo que lo controlará, el ENARD, está integrado por el comité olímpico y por los propios atletas.

Sería más lógico que el deporte financiara al deporte. Es decir, que el dinero salga de una entrada de algún espectáculo deportivo en vez de la telefonía celular…

El deporte financia al deporte. El dinero que sale de los espectáculos deportivos muchas veces vuelve porque hay fondos de estímulos que se dan por otros mecanismos.

Este dinero es exclusivamente para el deporte de alto rendimiento olímpico.

Hay 600 atletas olímpicos que utilizarán este recurso, además de los paraolímpicos.

Hasta el momento ¿cómo se financia el deporte de alto rendimiento?

La subsecretaria de Deportes destina fondos que van a las federaciones, fondos que salen del presupuesto nacional por distintas leyes, pero se diluye.

¿Y por qué se diluye?

Porque realmente cuando este dinero se empieza a distribuir, cuando llega al alto rendimiento, ya ha pasado por muchas otras etapas del deporte.

No alcanza el dinero que hoy se está destinando.

¿No se podría aumentar el presupuesto para este nicho?

Se podría, es otra posibilidad. Van a aparecer muchas otras alternativas, pero siempre va a haber gente a favor y en contra.

Lo que ocurre es que la historia de los fondos no tienen buena reputación en nuestro país. Si antes se financiaba por el presupuso, ¿por qué no destinar más dinero a esa área?

El problema es la gente que maneja la ley. Si el dinero es especifico, el dinero tiene que llegar al fondo para el cual fue creado. Es por eso que los atletas serán quienes administren y controlen el curso del dinero y van a darle un buen destino.

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